Reflexión acerca de la evaluación
Me gustaría comenzar mi reflexión partiendo de la idea de que hoy en día, la enseñanza se encuentra al servicio de la educación, por lo que la mera transmisión de conocimientos, no será el objetivo principal de la educación y en consecuencia, el de la evaluación, tampoco.
Desde mi punto de vista, la evaluación es un instrumento útil e imprescindible para la mejora de la calidad educativa, tanto en lo que a enseñanza como al aprendizaje se refiere.
Entiendo la evaluación, como una actividad continua de todo el proceso educativo, fundamental para dar coherencia al sistema educativo, potenciar el análisis de resultados, la reflexión acerca de estrategias y metodologías empleadas en la práctica educativa y constituye un aspecto que por sí mismo, incentiva a la mejora de capacidades tanto de los alumnos, como de los docentes, como del propio sistema.
Entiendo la evaluación, como una actividad continua de todo el proceso educativo, fundamental para dar coherencia al sistema educativo, potenciar el análisis de resultados, la reflexión acerca de estrategias y metodologías empleadas en la práctica educativa y constituye un aspecto que por sí mismo, incentiva a la mejora de capacidades tanto de los alumnos, como de los docentes, como del propio sistema.
Como docente, dedicada a trabajar con las necesidades educativas especiales desde hace algún tiempo, me resulta fácil comprobar diariamente que cada alumno es un ser único, cuyas realidades, tanto de desarrollo, como de circunstancias personales, son tan variables... que de un día para otro a menudo, las circunstancias me obligan a cambiar de estrategias, variar la programación, la metodología y las actividades. Esta realidad, nos obliga como docentes, a adaptar metodologías, estrategias, materiales, y como no, instrumentos y criterios de evaluación, de manera que durante todo el proceso de enseñanza y aprendizaje, no sólo nos fijemos en la consecución de unos objetivos, sino en el avance que hayamos podido observar desde el punto de partida de cada alumno y su evolución, sin perder de vista esas peculiaridades personales.
La evaluación, ayuda a evidenciar las necesidades prioritarias que se deben atender y nos permite adaptar los programas educativos a las características de los alumnos, detectar sus puntos débiles para poder corregirlos y mejorar sus capacidades.
Considero que una buena evaluación, implica buscar las fortalezas, cualidades, obstáculos, problemas y debilidades de cada alumno, de cada programa evaluado, de los profesores y de todo el sistema en su conjunto para así poder intervenir, decidir y ofrecer las ayudas precisas para producir el cambio y valorar entonces, si se han cumplido los objetivos marcados.
En este sentido, pienso que la evaluación también cumple con una función reguladora y de control al propio sistema educativo en relación con los aprendizajes adquiridos por los alumnos, la adecuación de los programas educativos, las medidas de atención a la diversidad, la capacitación del profesorado, los recursos al servicio del educador, etc...
Considero que una buena evaluación, implica buscar las fortalezas, cualidades, obstáculos, problemas y debilidades de cada alumno, de cada programa evaluado, de los profesores y de todo el sistema en su conjunto para así poder intervenir, decidir y ofrecer las ayudas precisas para producir el cambio y valorar entonces, si se han cumplido los objetivos marcados.
En este sentido, pienso que la evaluación también cumple con una función reguladora y de control al propio sistema educativo en relación con los aprendizajes adquiridos por los alumnos, la adecuación de los programas educativos, las medidas de atención a la diversidad, la capacitación del profesorado, los recursos al servicio del educador, etc...
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